Daewoo Kalos vs Hyundai Getz

DOS COREANOS MUY RESULTONES

Recién llegados a nuestro mercado, compiten en idéntico segmento; el de los polivalentes urbanos con motor de gasolina, ambos de igual potencia y cilindrada y mismo tamaño. Para colmo, su precio es también casi idéntico (sobre los 11.000 euros) y hasta su línea resulta tremendamente similar.

Es evidente que ambos son productos especialmente pensados para el mercado europeo, con un diseño funcional que no excluye una armoniosa belleza. El Daewoo Kalos en especial es un modelo de línea muy acertada, que nace amparado ya por la nueva Daewoo, tras la integración de la marca coreana en General Motors. Diseñado por Giugiaro (Italdesign), cuenta con una generosa batalla -2,48 m- para 3,88 m de largo, un poco mayor que el Getz (que mide sólo 2 cm menos de batalla por 3,81 m de largo).

MISMA TALLA, MISMO CORTE

Los dos son iguales de anchos y altos (1,67 m y 1,50) siguiendo la moda, pero sin exagerar y sin dar sensación de excesiva altura, gracias a su cuidada cintura, ligeramente ascendente, a una notable superficie acristalada y a unos cortos voladizos. El Kalos ofrece un diseño algo más original, con su pequeña luna lateral de custodia y las puertas traseras sin zona de cristal fijo, frente al partido del Getz, que al menos sirve para que la ventanilla baje por entero, y no dos tercios escasos, como en el Daewoo.La vista lateral es casi idéntica, con el mismo parabrisas avanzado, distinguiéndose más por el frontal. El Getz cuenta con unos parachoques un poco menos prominentes, lo que explica los 7 cm menos de largo, dotados de bandas protectoras en caucho negro, lo mismo que en los laterales, más prácticas en tráfico urbano que el liso relieve del Kalos, que apuesta más por la estética, pero con sus retrovisores exteriores en negro en vez de en color carrocería.

Por detrás son igualmente muy parecidos, con un portón casi idéntico que descubre al abrirse un maletero también parecido, aunque mayor en el Getz que cuenta además con la ventaja de poder situar el respaldo trasero en tres posiciones. En la más vertical ofrece 280 litros reales (312 oficiales), y 240 en la más tumbada, correspondiéndose así casi con los 260 litros oficiales declarados, frente a los 175 del Getz, que ofrece en realidad 220 de verdad, contando ambos con la rueda de repuesto bajo el plano de carga (normal la del Getz y de emergencia la del Kalos).

MAXIMA HABITABILIDAD

No hay tanta diferencia en el maletero, pero sí se nota en estos coches pequeños, con la ventaja añadida del Getz de su respaldo variable y unas formas cúbicas muy aprovechables, con dos pequeñas repisas en los laterales del maletero para alojar objetos pequeños (amén de llevar los dichosos triángulos de emergencia mejor recogidos en el hueco de la rueda de repuesto, lo mismo que el Kalos, que aprovecha además el hueco del cubo de la rueda de emergencia como portaobjetos oculto).La armonía exterior del Kalos se repite también en su interior, igualmente obra de Giugiaro, con un tono gris claro del salpicadero en contraste con el más oscuro de la consola, mientras que en el Getz el acabado en aluminio de la consola da una nota más juvenil y deportiva, resaltada por las líneas más angulosas de su salpicadero. En ambos el cuadro es de fácil lectura, bien iluminado, con los mismos indicadores y un volante sencillo y elegante, de 4 brazos en el Daewoo y 3 en el Hyundai. Los fumadores agradecerán el cenicero ‘de verdad’ del Kalos frente al ‘bote’ móvil del Getz.Pero lo mejor sin duda de ambos coches está en su gran amplitud interior, con una anchura útil delantera de 1,36 m -al nivel de los compactos del segmento superior- y una posterior de 1,34, levemente superior (1 cm más) en el Getz, que pese a sus 2 cm menos de batalla le saca esos mismos 2 cm al Kalos en espacio para piernas. En realidad sus cotas internas son casi iguales, al nivel de la primera generación del Fiat Punto, referencia aún hoy de máxima habitabilidad entre polivalentes.

SOLUCIONES COMUNES

El Kalos monta una suspensión delantera independiente Mac Pherson, sin barra estabilizadora, junto a una posterior más simple, por un eje rígido modificado para dotarle de un ligero efecto semitorsional en los extremos, gracias al anclaje delantero de los brazos auxiliares que permiten cierto juego a las ruedas. En realidad es un eje casi rígido (la casa honestamente lo llama ‘eje rígido torsional’), pero ligero y bien triangulado, lo que dado su no excesivo peso (aunque no tan bajo; los dos están en la tonelada) le confiere una buena eficacia.

El Getz comparte el mismo esquema, con un eje posterior más sofisticado, ya claramente semitorsional, y dotado -lo mismo que el anterior- de barra estabilizadora, de las que carece el Kalos. Con ruedas similares en llantas de 14 pulgadas -algo más anchas y de menos perfil en el Daewoo-, y el mismo esquema de frenos con discos ventilados delanteros y tambores traseros (pero con discos mayores en el Getz), los dos ofrecen un comportamiento similar, más volcado al confort en el Kalos y al agarre en el Getz.El Kalos cuenta con una dirección de asistencia variable, poco común en coches de su segmento, amén de un buen aislamiento de motor y transmisión. Pero el Getz tiene una funcionalidad más estudiada, con más huecos (dos bolsas tras los respaldos delanteros en lugar de sólo una el Kalos, bandeja portaobjetos bajo el volante, portagafas en el lado de la puerta del conductor, etc).

También en los dos la seguridad pasiva se ha cuidado como nunca antes en un utilitario coreano. Los dos cuentan con un rígido habitáculo realizado en acero de alta resistencia, con arco central reforzado, zonas de deformación programada, ABS de serie y doble airbag delantero (y el Kalos, además los laterales en opción). Hay barras laterales antiintrusión y cinturones de 3 puntos incluso para la plaza central posterior (mejor en el Kalos, con un inteligente sistema de deslizamiento de la cinta por detrás del respaldo, mientras el del Getz lleva el anclaje al techo, más antiestético). Además el Kalos posee fijación Isofix para silla de niño y cierre de seguridad infantil en puertas traseras, mientras el Getz cuenta con corte de inercia de alimentación de gasolina, para prevenir incendios en caso de choque.

MOTORES

Suavidad Daewoo frente a brillantez Hyundai.- Mayores diferencias se ven al analizar los motores: el del Kalos es el conocido 4 cilindros 1.4 de 1.399 cc, con culata de 8 válvulas. Un motor sólido y brillante, de origen Opel (la misma carrera del 1.4 del Corsa y 0,3 mm más de diámetro de pistones) con bloque de fundición y culata y cárter de aluminio. Con distribución monoárbol en cabeza por correa dentada, rinde 83 CV a 5.600 rpm y 12,5 mkg a 3.000 rpm. Es una planta motriz suave y elástica, particularmente flexible entre 2.500 y 5.000 rpm, que permite una marcha aceptablemente ágil que más lo sería con unos desarrollos menos largos en 4ª y 5ª. El Getz monta el 1.341 cc del Accent, también monoárbol con bloque de fundición y culata de aluminio, pero con 3 válvulas por cilindro (2 de admisión y una de escape) y carrera claramente ‘larga’ (71,5 x 83,5 mm). Aquí da 82 CV -3 menos que en el Accent- y 11,9 mkg a 3.200 rpm, rendimiento equivalente al del Kalos, compensando su ligera menor cilindrada con sus 12 válvulas y sus 0,6 mkg menos de par con unos desarrollos más ajustados.

En la práctica, el motor del Getz se muestra más brillante que el del Kalos, pese su teórico caballo menos. Entre los desarrollos largos y la menor respiración en alta, el Daewoo no nos cumplió los registros oficiales anunciados (170 km/h y 13,3 segundos de 0 a 100 km/h) mientras que el Hyundai está más cerca de los suyos (165 km/h y unos muy optimistas 11,5 segundos en el 0-100 km/h). El Kalos se muestra flexible y agradable de conducir a medio régimen, superando al Getz por debajo de las 3.000 rpm, mientras que éste se despega claramente a partir de las 4.000 rpm, subiendo sin problemas a 6.000 en marchas cortas, al precio de una mayor rumorosidad. Así, el Kalos hace techo en los 166 km/h (en 4ª, porque en 5ª se queda en 160 a 4.500 rpm) mientras el Getz alcanza los 168 km/h en 5ª, justo a 5.000 rpm). Y en la aceleración le saca medio segundo en el 0-100 km/h (14 frente a 14,5) y casi uno y medio en el km desde parado (34,9 frente 36,3).

No son grandes diferencias, pero si apreciables, lo mismo que en el consumo, en donde los desarrollos largos y la peor aerodinámica se vuelven de nuevo en contra del Daewoo. Así, los 7,5 litros/100 km del promedio combinado y los 6 en el interurbano se convierten en la práctica en 6,4 a 90/100 km/h y 7,7 a 120/130 km/h, disparándose a más de 9 en conducción rápida, donde el frecuente recurso al cambio es determinante en su aumento. Mientras, el Getz se conforma con menos de 6 en conducción turística a 90/100 km/h (5,8) rozando los 7 (6,9) a 120/130 km/h, sin pasar de 8 en conducción rápida. Cifras que aunque superiores a las oficiales, son bastante contenidas. Y en ciudad la diferencia es aún más abultada: Daewoo ya reconoce a su Kalos un buen apetito al homologar un consumo urbano de 10,2 litros/100 km, levemente superado en la práctica (10,3), mientras que el Getz anuncia 8 y se queda en 9, lo que sigue siendo bastante aceptable.

COMPORTAMIENTO

Muy noble en ambos.- En cuanto a comportamiento, también la ventaja se inclina del lado del Hyundai, a costa de un confort ligeramente menor y de una ciertamente subjetiva peor ‘calidad’ de rodadura que el Daewoo. Los dos son coches nobles y fáciles de conducir, de carácter eminentemente subvirador y límites bastante altos, básicamente marcados por sus neumáticos, unos Kumho coreanos (Powermax en el Kalos y Powerstar en el Getz) francamente mejorables.

Pero la mejor amortiguación del Getz y su más eficaz eje trasero le dan cierta ventaja de salida. Su respuesta al volante es algo más rápida, ayudado por sus 2 cm menos de batalla, pero una vez apoyado se tiene muy bien, respondiendo con dulzura a los cambios de gas en curva. El Kalos, muy noble en terreno virado, llega un poco antes a sus límites, deslizando antes de atrás si se le brusquea en pleno apoyo, con un balanceo más acusado quizá por la ausencia de barras estabilizadoras como por su mayor anchura de neumáticos (185/60 frente a 175/65) y llantas (5,5 frente a 5 pulgadas), que mejor le irían al Getz. A cambio es más cómodo sobre mal piso, aunque la mayor propensión a rebotar del eje posterior le impide sacar más partido a esta ventaja. Por último, ambos acusan por su altura cierta sensibilidad al viento lateral.

En cuanto a los frenos, en los dos con un ABS eficaz y poco intrusivo, son igual de eficaces, con un buen tacto al pedal, aunque los pequeños discos anteriores del Kalos (236 mm) acusen un poco antes que los del Getz el trato duro, sin que su mayor diámetro de tambores traseros compense la diferencia. Con todo, los dos se detienen a 120 km/h en 60 m, distancia impensable hace sólo 5 años en esta categoría. El cambio es muy parecido en los dos, algo duro, pero rápido y preciso (sobre todo el Getz). La dirección es suave y suficientemente rápida en ambos, cansando menos a alta velocidad la del Kalos.

EQUIPAMIENTO Y PRECIO, EL ARMA CLAVE

Finalmente, el equipamiento en estas versiones superiores está francamente cuidado. Los dos traen de serie doble airbag delantero, servodirección, alzacristales eléctricos delanteros, cierre centralizado con telemando, volante regulable en altura, ABS+EBD, lunas tintadas, radiocassette con antena y 4 altavoces, inmovilizador electrónico, regulación interior de faros, asiento del conductor regulable en altura, apertura interior de depósito de combustible, etc En opción el Kalos también puede llevar airbags laterales, lo mismo que el aire acondicionado (de serie en el Getz). Pero de sus espejos exteriores sólo es de mando eléctrico el derecho (realmente es el que interesa). El Hyundai además del aire, añade de serie alzacristales eléctricos traseros, regulación eléctrica de ambos espejos, faros antiniebla y radio mono CD.

Finalmente, tampoco por precio se diferencian mucho: el Kalos es de entrada más barato -10.400 euros- pero en cuanto le añadimos el aire acondicionado roza los 11.400, para subir a 11.800 con airbags laterales y antinieblas. Por su parte el Getz vale 12.000 euros, pero Hyundai no oculta un descuento promocional para toda la gama de 700 euros, lo que anula la diferencia final real.