Conducción invernal segura

No se caracterizan los conductores españoles por cambiar de hábitos y mentalizarse cuando llega el invierno: frío, nieve, lluvia, niebla… Hay gente que a estas alturas todavía tira de lo primero que encuentra, por ejemplo, la tarjeta de crédito, para rascar los cristales helados de su coche tras una colosal helada matutina. Aunque este año el frío se ha retrasado más de lo normal, todavía muchos conductores no han preparado su coche de forma adecuada para evitar incidentes e incomodidades en invierno.
La conducción en invierno es una cuestión de previsión, de práctica… y de paciencia. Y es que los accidentes más graves se producen con carreteras mojadas por lluvia, hielo y nieve, así que la precaución nunca es suficiente cuando se trata de asegurar que nuestro coche esté correctamente acondicionado para afrontar el invierno. Como paso fundamental antes de afrontar cualquier viaje, la revisión del estado general del coche (batería, limpiaparabrisas, anticongelante, calefacción, luces), prestando especial atención a los neumáticos, único punto de contacto del coche con la carretera.
La revisión de los neumáticos incluye la huella (profundidad recomendada en invierno, 4mm); observación de desgastes irregulares, roturas o deformaciones; comprobación de la presión y chequeo de las válvulas. Con el suelo mojado, el área de contacto con la carretera disminuye, por lo que si el neumático está desgastado, aumentará la distancia de frenado. También es conveniente evaluar qué tipo de neumáticos debemos usar teniendo en cuenta que el neumático de invierno tiene un rendimiento óptimo con temperaturas inferiores a los 7º, condiciones habituales durante esta época en gran parte de la Península.

Consejos para conducir

Una vez revisado nuestro vehículo, toca ponerse en marcha. Nuestros consejos desde Autocity son los siguientes:

1) No conduzcas con hielo o nieve en el coche: Limpia lo acumulado antes de salir a la carretera tanto del techo como de los faros y las ventanillas. Piensa que ese resto que dejas ahora puede ser algo que te impida la visibilidad más tarde.
2) Reduce la velocidad: La conducción invernal requiere paciencia y práctica, una velocidad excesiva en una carretera helada puede ser muy peligrosa.
3) Evita el cambio de carriles y los adelantamientos: ya que si no son imprescindibles, suponen un riesgo añadido a la conducción.
4) No frenes ni des volantazos bruscos para controlar el coche: esto puede precisamente volverlo incontrolable. Para tener éxito en la conducción invernal, conduce de forma suave y anticípate para tener tiempo de reacción si hay un percance en la carretera.
5) Aumenta la distancia de seguridad si la carretera está helada: los estudios demuestran que en invierno debería ser tres veces mayor que en verano para mantener los mismos niveles de seguridad.
6) En carreteras heladas o cuesta abajo reduce a una marcha menor antes de lo habitual: esto, en combinación con el uso suave del freno te servirá para reducir la velocidad lentamente y no frenar de forma brusca, lo que podría hacer que el coche patinara.
7) Comprueba antes de salir el parte meteorológico y la información acerca de las carreteras: La precaución es el mejor anti-accidentes, así que ante una alerta de temporal, es mejor retrasar el viaje.

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