Citroën Berlingo HDi

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PARA TODOS LOS PUBLICOS

Citroën lava la cara a uno de los comerciales más populares de nuestro mercado ofreciendo un vehículo que cubre las necesidades de un público exigente, que solicita modelos más polivalentes y equipados, con las prestaciones propias de un turismo y a unos precios asequibles.

Trabajo y ocio nunca han estado tan cerca gracias a la nueva filosofía de Citroën que logra conjugar a la perfección las necesidades de aquellas personas, que por diferentes motivos, necesitan espacio y no por ello quieren prescindir de las comodidades de un turismo.
La nueva generación del Berlingo conserva la misma esencia que revolucionó el mercado de los comerciales hace ya siete años. Además, refresca su estética gracias a un diseño más moderno y atrevido al que acompaña un equipamiento de serie que no pasa casi nada por alto, salvo los airbags y el ABS. El precio final es de 18.250 euros, interesante, si lo comparamos con los turismos que se pueden comprar a igualdad de equipamiento.
br>Texto: Clemente Vidal /Carlos Lera,
Fotos: Jorge Rubio,
Autocity.
20 Febrero de 2003.
DISEÑO

A primera vista, lo que más llama la atención en el nuevo Berlingo es su frontal, particularmente expresivo, que da sensación de robustez. Destaca igualmente la inserción de grandes ópticas, o su parachoques, muy envolvente, que sube bastante en las aletas delanteras contribuyendo así a la protección del vehículo. Su interior, amplio y luminoso, es capaz de albergar cómodamente hasta a cinco pasajeros. El nuevo Berlingo dispone de una longitud interior útil de 1,70 metros para la carga con los asientos traseros plegados, que puede llegar a 2,10 metros con el asiento del acompañante abatido. Puede cargar hasta 800 kilos, según versiones, y su volumen útil de carga asciende a 3.000 litros.
Numerosas bandejas y huecos portaobjetos se distribuyen a lo largo del habitáculo, al estilo de los monovolúmenes medios, que aprovechan el piso de las plazas traseras para abrir nuevos espacio en los que ‘esconder’ cualquier cosa. Además, también se han habilitado cajones bajo la banqueta de los asientos.

El acceso a las plazas traseras se realiza mediante puertas correderas. Esta segunda edición del Berlingo ofrece acceso por ambos lados, pues hasta ahora solo era de serie la puerta corredera derecha. El accionamiento exige un poco de esfuerzo, pero su aportación de cara a la practicidad es indiscutible.
Por lo demás los acabados interiores han cambiado adoptando un salpicadero más recto, en el que se aprovecha mejor el espacio.
La unidad probada correspondía al acabado Multispace e incorporaba un techo de lona, primo lejano del que en su tiempo levaba el 2CV, y gracias al cual es posible dejar a cielo abierto las cinco plazas simplemente pulsando un botón. La opción cuesta 722 euros.
Ya que hablamos de equipamiento hay que precisar que el aire acondicionado se ofrece de serie en el SX, mientras que el ABS y los airbag frontales conforman otro conjunto con un precio de 499 euros. Si además se desea incorporar los airbag laterales habrá que sumar 200 euros.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

El motor HDi de dos litros ofrece un rendimiento muy acorde con el carácter del Berlingo, especialmente con esta versión a la que se le supone una acentuada vocación lúdica. Sus 90 caballos son más que suficientes tanto para circular por ciudad como para realizar desplazamientos por carretera, y el cambio de marchas, con unas relaciones tirando a cortas para no tener problemas a la hora de aprovechar los 600 kilos de carga máxima, permite sacar todo el partido al propulsor.
No obstante es mejor no pasar de unos prudenciales 140 kilómetros por hora de crucero para evitar las reacciones de la suspensión, pensada para conjugar un comportamiento sano y una durabilidad a toda prueba a tope de carga gracias al eje de torsión trasero con brazos tirados. Además, a partir de esta velocidad los ruidos aerodinámicos comienzan a molestar y los consumos suben notablemente. Normalmente no son elevados, siempre y cuando no se supere una cierta velocidad porque las relaciones cortas hacen que el Berlingo tienda a circular bastante revolucionado. En carretera consumió 7,4 litros de media cada 100 kilómetros, una buena cifra teniendo en cuenta la superficie frontal, factor que siempre pasa factura a la hora de repostar.

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