Audi TT 3.2 DSG

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YA A LA VENTA POR 46.010 €

A finales del año pasado, en estas mismas páginas de Autocity, anunciábamos la llegada del Audi TT más potente construido hasta la fecha. Se trata del TT 3.2 de 250 cv, en sus versiones roadster y coupé. El biplaza alemán recurre al motor ya visto en el VW Golf R32, y lo combina con un cambio deportivo denominado DSG, que es casi un cambio de Fórmula Uno. Desde ahora ya se admiten pedidos del nuevo Audi TT 3.2 DSG, cuyos precios son de 46.010 euros para la versión coupé, y de 49.930 euros para la versión roadster. Las unidades se comenzarán a entregar en breve, en agosto con carrocería coupé, y en septiembre los roadsters.

De esta forma, con la llegada de este último TT, el segmento de los biplazas que rondan los 250 cv y 45.000 euros se anima. Desde el más accesible (los Alfa Romeo GTV y Spider: 240 cv y 34.600 € y 36.700 € respectivamente) hasta los más potentes (Porsche Boxster y Boxster S: 227 cv y 47.464 €, y 260 cv y 55.864 €), pasando por el recién llegado (BMW Z4 3.0i: 231 cv y 46.800 €), o por el veterano (Mercedes SLK 320: 218 cv y 46.800 €).
Cada uno de ellos ofrece una imagen diferente y una filosofía propia, pero todos ellos brindan unas prestaciones de infarto que rondan los seis segundos en el 0 a 100 km/h y los 250 km/h. Entre ellos, el Audi TT 3.2 DSG se desmarca de la competencia por ofrecer un aunténtico cambio ‘de carreras’. Su carta de presentación es imponente: 320 Nm de par entre 2.800 y 3.200 rpm, 6,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y 250 km/h de velocidad punta.
Enrique Marco
17 de julio de 2003
 

DSG

DSG

La caja de cambios DSG combina las ventajas de una caja manual de seis velocidades con las cualidades de las cajas automáticas como niguna otra. El sistema se basa en una caja de cambios manual de seis velocidades, pero por medio de la utilización de un doble embrague multidisco, con un ingenioso sistema de control, se pueden engranar dos marchas al mismo tiempo.
Durante la operación dinámica del coche, sólo entra una de ellas. Cuando se alcanza el punto de cambio hacia la siguiente, ésta queda preseleccionada , si bien el embrague no opera. El proceso de cambio de marcha activa el embrague de la marcha preseleccionada y detiene al mismo tiempo el otro. El cambio de marcha se realiza en plena carga y en un tiempo record (2 décimas de segundo), con el resultado de que se mantiene un flujo permanente de potencia.
El cambio DSG (Direct-Shift-Gearbox) tiene su origen en la competición: en 1985 Walter Röhrl lo probó con éxito en el Audi Sport quattro S1. Hoy, el nuevo diseño satisface los requisitos de un proceso de cambio de marchas eficaz y una vida de operación máxima para la utilización en vehículos de producción en serie. En el modo automático, el conductor puede cambiar desde la posición ‘D’ a la deportiva ‘S’, en la que la caja cambia con mayor rapidez, alarga el momento del cambio al subir las marchas y lo acorta al reducir a una inferior.
Una función remota ‘one-touch’, a la que se accede a través de las levas situadas en el volante, permite pasar al modo manual de forma puntual, aún cuando se circule en modo automático ‘D’ o ‘S’. El ‘launch control’, finalmente, es un sistema de serie de salida rápida, que entra en funcionamiento desconectando el ESP y llevando el selector de cambio al programa ‘S’, a la vez que se pisa el freno. Al acelerar a fondo (sin soltar el freno) el motor alcanza el régimen de par máximo a las 3.200 rpm. Al soltar el freno, el vehículo acelera utilizando toda la potencia de sus 250 CV con tracción quattro, utilizando un concepto tecnológico similar al de los automóviles de F1.

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