Audi prepara el proyecto e-gas con movilidad total sin emisiones de CO2

El proyecto fue explicado en una reciente presentación de resultados de la marca en su sede de Ingolstadt, ya que se trata de un proyecto que concentrará una gran parte de las inversiones de la compañía el I+D de la movilidad del futuro.

Asociado a este proyecto está la producción a partir de 2013 de modelos bajo la denominación TCGN -el primero será un A3 de la nueva generación- equipados con motores de combustión diseñados para funcionar con Gas Natural Comprimido (GNC) o gas sintético metano.

Este proyecto es una apuesta decidida por las renovables, ya que la producción de energía se obtiene mediante plantas de generación eólica, que Audi empleará en el futuro para construir vehículos eléctricos e-tron.

Busca también que estos vehículos se muevan con la electricidad generada a partir de recursos sostenibles.

El proyecto contempla la utilización de la energía verde sobrante para producir hidrógeno de manera respetuosa con el clima mediante electrólisis en una planta especial.

El hidrógeno puede utilizarse a medio plazo en vehículos de pila de combustible, o para producir metano, un gas sintético natural al que se denomina ‘e-gas’ y que puede impulsar motores de combustión diseñados para el uso con gas CNG.

El funcionamiento con metano es particularmente ventajoso, según Audi, ya que la reacción se produce con la ayuda de CO2, que, por consiguiente, no se desprende a la atmósfera, y ello supone un ciclo de CO2 completamente cerrado, que facilita, a su vez, una movilidad de larga distancia respetuosa con el clima.

El proyecto incluye ventajas que pueden beneficiar a toda la red de suministro energético alemana, pues la electricidad generada con energía renovable se utiliza para producir metano que puede alimentar a la red de gas natural, lo que ayuda a resolver el problema de almacenamiento del excedente de energía solar o eólica.

Además, esta energía puede volver de la red de gas a la eléctrica en cualquier momento.

Audi ha completado la fase de investigación del proyecto y durante 2012 se alcanzará una segunda etapa con la inversión de varias decenas de millones de euros en la construcción de una nueva planta de tamaño industrial.

Así, pone en marcha este proyecto junto con socios como SolarFuel GmbH de Stuttgart; el Centro de Energía solar e Investigación de Hidrógeno; el Instituto Fraunhofer para la Energía Eólica y Energy System Technology en Kassel y EWE Energie.

En la primera fase del proyecto, Audi y una empresa regional de suministro de energía están financiando cuatro plantas de energía eólica en un parque marino en el Mar del Norte, con una capacidad de generación de 3,6 MW cada una. Estas cuatro turbinas pueden suministrar 53 GWh de electricidad al año.

Las plantas marítimas de energía eólica situadas lejos de la costa pueden aprovechar el viento, con un promedio de 30 km/h, para producir alrededor de un 40 % más que las estaciones en tierra, y por ello existe un gran potencial que aún no se ha explotado.

El segundo gran componente del proyecto es la planta de e-gas, que producirá hidrógeno y metano a escala industrial. La planta está conectada a otra de residuos de biogás, que suministra el CO2 concentrado necesario para el proceso de obtención de metano. La planta producirá unas 1.000 toneladas métricas de e-gas al año, mientras que consumirá 2.800 toneladas métricas de CO2.

Con el e-gas generado a través de las energías renovables, 1.500 vehículos ‘A3 TCNG’ podrían circular 15.000 kilómetros al año, y habría 150 toneladas métricas de e-gas para la red de gas pública.

El e-gas es también una elección adecuada por su impacto ambiental como combustible para vehículos, ya que un vehículo compacto impulsado por e-gas emite menos de 30 gramos de CO2 por kilómetro. Sólo los vehículos eléctricos que funcionasen con electricidad generada por plantas eólicas tienen mejores cifras, ya que emiten menos de 4 g/km.

El proyecto, asegura Audi, es capaz de resolver varios problemas acuciantes que enfrentan el desarrollo sostenible con la industria de suministro de energía.

Esta tecnología tiene potencial para establecer una infraestructura flexible de suministro de energía para vehículos eléctricos, calefacción y motores de combustión, basada totalmente en las energías renovables y los porcentajes de las tres fuentes de energía se pueden ajustar según se necesite.

Audi destaca que el proyecto e-gas puede ser trasladado fácilmente a cualquier país con una red de gas natural, al tiempo que reafirma la importancia técnica y económica de este proyecto.

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