Alcohol y drogas al volante multiplican por nueve el riesgo de accidente

Desde hoy y hasta el domingo, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías autonómicas, forales y locales realizarán esos controles en las carreteras interurbanas y en las ciudades, acompañados en 17 provincias por voluntarios de la Federación nacional de asociaciones de lesionados medulares y grandes discapacitados físicos (Aspaym).

Ellos serán quienes se encargarán de concienciar a los conductores de que no se suban al vehículo cuando hayan bebido y a los acompañantes de que tampoco lo hagan si la persona que va a conducir ha consumido alcohol o drogas.

Según la DGT, el alcohol o las drogas están presente en casi una cuarta parte de los accidentes de tráfico que se producen en la Unión Europea y que suponen cada año 9.000 muertes.

La memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses es también ilustrativa de ese riesgo y señala que de los 615 conductores fallecidos en accidente de tráfico el pasado año, 291, es decir casi la mitad (el 47,32%), dieron positivo en sangre a alcohol, drogas y/o psicofármacos.

Pese a la creencia de que son los jóvenes los que más alcohol y drogas ingieren y que los mensajes que se envían desde distintos organismos no llegan, la memoria del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses demuestra lo contrario.

De este modo, de los 291 conductores fallecidos que dieron positivo, 88 tenían una edad entre 31 y 40 años, por delante de los que contaban entre 21 a 30 años.

La mayoría eran hombres (275) frente a las 16 mujeres, y en el 74,23 por ciento de los casos con resultado positivo se detecta alcohol solo o asociado a drogas y/o psicofármacos.

El subdirector de Gestión de la Movilidad de la DGT, Federico Fernández, ha recordado que en los últimos diez años el número de positivos en los controles ha descendido del 5 por ciento al 1,8 por ciento, aunque ha subido el porcentaje de los conductores fallecidos y peatones muertos atropellados que habían bebido.

Fernández ha hecho un llamamiento a los conductores para seguir avanzando en la reducción de los accidentes y ha pedido la colaboración de todos para que este verano también disminuya la siniestralidad.

Respecto a las drogas, Fernández ha recordado que su control se ha puesto en marcha recientemente, pero ha insistido en que el consumo de ellas en general va asociado al de alcohol.

Someterse a ese control si lo ordena la Guardia Civil es obligatorio y el agente tomará una muestra de saliva del conductor y la introducirá en un dispositivo que analizará la muestra. Si ésta da positivo, se tomará una segunda, que se enviará a un laboratorio.

Al igual que por consumo de alcohol, el de drogas está multado con 500 euros, si bien está en estudio la posibilidad de incrementar esta sanción a 1.000 euros. Además, supondrá la pérdida de seis puntos de carné.

Mientras, si se superan las tasas máximas de alcohol, el conductor puede perder entre 4 y 6 puntos según tasas, y, al igual que las drogas, puede llegar a ser delito penado con prisión de tres a seis meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días.

Reacciones y movimientos más lentos, dificultad en la concentración, problemas de coordinación, menor percepción del entorno, incremento de la somnolencia y mayor vulnerabilidad son los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.

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