17 Ferrari y 2 Aston Martin

Dos marcas de la exclusividad de Ferrari y Aston Martin con modelos a la venta en Internet a precios de ganga ponen en alerta a los responsables de la marca italiana en España, que denuncian ante la Policía Nacional los hechos. Así comienza esta curiosa historia que en las últimas 48 horas está revolucionando las redes sociales. Después de una larga investigación y un exhaustivo seguimiento, fuentes de la Policía Nacional confirman que detrás de la sospecha se escondía una trama perfectamente organizada de transformación de coches de gama media en falsos vehículos de gran lujo. Los automóviles, encargados por particulares o por lo menos con el conocimiento por parte de éstos de que lo que estaban comprando no era un Cavallino sino un Cervatillo, eran ofertados a través de dos páginas web por un precio que rondaba los 40.000 euros, frente a los más de 200.000 que puede costar uno auténtico, y en algunas ocasiones eran confeccionados previo encargo.

En total los coches intervenidos, ya en dependencias policiales, son 19: 17 Ferrari y dos Aston Martin, con modelos de la enjundia del F 430, F 430 Spider y F 458, el no va más entre los más rabiosos deportivos del fabricante transalpino. La Policía Nacional también ha desmantelado y clausurado los dos talleres donde se disfrazaban coches mucho más baratos y básicos con todos los aditamentos tradicionales de las dos marcas citadas: en las localidades de Algemesi y Albalat dels Sorells, ambas en Valencia. Además, hay ocho personas detenidas, tanto en la Capital del Turia como en Madrid, que realizaban desde la fabricación y tuneado íntegro hasta la distribución y comercialización final. La Policía está investigando el origen de la materia prima, es decir, la procedencia de los coches transformados.Ocho personas detenidas que realizaban desde la fabricación y tuneado íntegro hasta la distribución y comercialización final
Precisamente, la transformación de coches y la posterior venta por Internet no es delito, es decir, no hay cargos de estafa sobre los ocho detenidos, ya que los clientes eran perfectamente conscientes de que lo que compraban era una falsificación. Lo que alega Ferrari es la vulneración de sus derechos de propiedad intelectual e industrial. Ferrari se gasta millones de euros al año para que no se vulneren este tipo de derechos, desde la gorra más barata de la marca hasta automóviles de una excluvidad tan extrema que no todo el mundo tiene acceso a ellos (y no hablámos solamente de dinero): con la imagen de Ferrari no se juega y cualquiera que lo haga, dice la marca, tiene que tener su autorización ya que lo que está en juego son miles de millones de euros facturados en relación, ya no sólo a la venta de automóviles, sino en temas relacionados con el merchadising

Viendo el vídeo que os adjuntamos al final de este reportaje se puede comprobar que las falsifaciones en lo que al aspecto estético se refiere están muy logradas. Otro cantar es lo que se esconde bajo el capó, ni de lejos las motorizaciones reales que llevan esos Ferrari de serie, como se puede comprobar si has escuchado el bramido de un Cavallino Rampante de verdad y una réplica. En los talleres clausurados se han encontrado las piezas en fibra de vidrio para transformar los coches, así como logos y signos distintivos de las marcas que bien ellos mismos eran capaces de falsificar o, en último extremo, encargaban a la propia fábrica de Ferrari.

La Policía Nacional centra ahora sus investigaciones más allá de las piezas falsificadas, tratando de comprobar la validez y gestión de los trámites documentales de los mismos y las Inspecciones Técnicas de Vehículos efectuadas, así como saber hasta qué punto están implicados los propios clientes, que compraban unos coches valorados en 200.000 euros por 40.000 euros, en la propia red desmantelada.

Coches de 200.000 euros rebajados hasta los 40.000 euros

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