Opel Adam 1.4 87 CV: el coche puzzle

Esas combinaciones en el exterior se hacen solapando colores de carrocería, techo y llantas, mientras que en el interior las combinaciones admiten actuaciones en tapicerías, molduras, salpicadero, paneles de las puertas y un largo etcétera.

Dicho queda, de este Opel Adam esa conjunción de tantos elementos es la que hace su fortaleza a priori en el mercado, aunque añade otros valores que, lógicamente, serán citados. Y, precisamente, por esa amalgama de versiones este modelo fue pionero de una fórmula que llamó la atención en el Salón del Automóvil de París. El ‘stand’ de Opel ocupó toda la superficie con el Adam y sus variantes de colores, dibujos y componentes que era capaz de asumir.

El Opel Adam, coche que utiliza una plataforma reformada del Corsa, se hace difícil de encajar dentro del segmento de los urbanos. Por un lado, aporta un concepto muy glamuroso por esas posibilidades decorativas y por un diseño moderno y atractivo. Por otro, encaja en el territorio de los más pequeños con sus 3,60 metros de longitud. Por propia naturaleza, su referente competitivo es el de modelos como el Renault Twingo, Fiat 500 o el Volkswagen up!, aunque tampoco resulta disparatado colocarlo frente a referentes premium como Mini, Audi A1 o Citroen DS3.

Desde esta perspectiva, nadie le puede negar una personalidad propia y bien definida al Adam en su arquitectura, lo que tiene su mérito ante la proliferación de trazos semejantes que se dan hoy en las formas externas de los coches.

La fuerza del Adam es su visión lateral, donde llama la atención la trayectoria del techo, levemente inclinado desde el pilar central y con una especie de horquillas en el color de la carrocería que flanquean las pequeñas ventanillas de la parte trasera. Otro punto en el que se fija la vista es en el tamaño de las puertas, por la importante extensión que hay hasta el pilar B.

El frontal destaca por la ligera inclinación del capó que le otorga una aerodinámica interesante, con unos faros pequeños, que contrastan con el importante tamaño que adquieren las luces de intermitencia en la parte inferior. Este recurso decorativo hace que se eliminen los faros antiniebla.

Atrás, las defensas aportan fuerza y músculo al diseño y la pequeña luneta le da un aire de cierta elegancia.

En el interior se recrean dos historias. Hay que empezar por los asientos delanteros, sumamente cómodos en las funciones de recogida del dorso y en la fijación que tienen cuando se trata de exigirle por los trayectos de curvas. Es la de cal. Se sigue por los asientos traseros, de habitabilidad cuestionable, tanto en lo que se refiere al espacio para la cabeza como en la separación entre filas de asientos, donde se da la doble inconveniencia de quedar muy limitados para personas no excesivamente altas y donde, también, la ocupación del asiento delantero por una persona de estatura deja casi nulo espacio para las piernas del ocupante de atrás. Es la de arena.

Cuatro posibilidades, pero dos reales, en cuanto a habitabilidad, apunta el Adam, porque, a los escasos recursos de la fila trasera de asientos, se une la capacidad del maletero, de 170 litros, que apenas da para un par de bolsas, es decir el equipaje mínimo para una pareja, y con el inconveniente añadido, de una zona de carga muy elevada.

Por lo demás, el habitáculo, aparte de jugar con las sorpresas de los colores y dibujos se deja seducir por una excelente impresión de calidad de materiales y acabados, donde todo encaja para crear una ambiente luminoso y alegre. Lástima que algunos de los dispositivos se encuentren bastante escondidos y haya que hacer el pertinente recorrido visual para localizarlos. Pero, por lo demás, este coche es muy hospitalario, recibe muy bien.

El juego de equilibrios también está presente en las percepciones que transmite el motor, en este caso, un gasolina (la gama no oferta diesel) de 87 CV, que queda en el justo medio entre el 1.2 de 70 CV y el mismo 1.4 ampliado a 100 unidades de potencia.

Este propulsor no ha transmitido especiales emociones; no es prodigioso en aceleraciones y recuperaciones; le falta algo de fuelle para coger velocidad punta; obliga a regímenes un poco altos, que se traducen en sonoridad y, luego, no llega a nota en consumo. Falta, y sería interesante, establecer una comparación con el de 100 CV, para ver si éste rompe alguna de las tendencias del bloque probado.

El consumo, parte importante, dado los tiempos que corren, dejó patente un gasto de más de 9 litros a los cien kilómetros y de seis en carretera. El promedio, según ordenador de a bordo: muy levemente por encima de los 8 litros, registro bastante alejado de la homologación del fabricante fijada en 5,1.

El motor se somete a una transmisión manual de cinco velocidades de desarrollos bastante largos y propensa al uso de palanca al abordar pendientes largas y pronunciadas.

El Opel Adam es un urbano de una pieza, que se mueve con inusitada soltura por las calles y aparca con tremenda facilidad hasta en los huecos más pequeños. Fiel a esa vocación, el coche cuenta con sistemas interesante para hacerla más fácil, como el sistema ECO de limitación de consumo, o el modo CITY, que suaviza la resistencia del volante, aunque sin su concurso, es igualmente apreciable esa suavidad.

En carretera trasluce los defectos motrices, aunque queda bien si lo que se pretende es una conducción tranquila, de las de disfrutar del paisaje sin prisas y sin agobios.

Dentro de ese ámbito se nota más la dureza de las suspensiones y, sobre todo, un efecto rebote constante, no excesivo, incluso en los firmes asfaltados más recientemente. Por lo demás, el coche traza francamente bien, ajeno por completo a balanceos y movimientos sorpresa, aunque sí se detectó que, en suelos mojados, tiende algo a la pérdida de adherencia.

El Opel Adam, pese a su ubicación como coche urbano, se atiene a las últimas tecnologías de conectividad por medio del sistema IntelliLink, con cinco menús disponibles: audio, teléfono, galería de imágenes, aplicaciones y configuración del coche. Las aplicaciones son compatibles con los sistemas Android y Apple iOS. Intellink se equipa de serie en el nivel más alto del modelo (Glam) y en el resto es opcional al precio de 310 euros.

En lo tocante a precio, hay una buena respuesta de la marca. No está excesivamente subido, en el equipamiento hay generosidad y, con lo reiteradamente expuesto, mucha sofisticación y, si se busca orientación en el marco de la competencia, sí, hay un desmarcaje por lo alto, pero el Adam tiene ese algo más. Y si se confronta con esa competencia más oficiosa de los premium sale claramente ganando. No es cuestión, tampoco, de olvidar que en el campo de los paquetes de las personalizaciones no se ha subido a la parra.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

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Longitud 3,698 m

Anchura 1,720 m

Altura 1,484 m

Distancia entre ejes 2,311 m

Vía delantera 1,472 m

Vía trasera 1,464 m

Peso 1.120 kgs

Capacidad depósito 38 l.

Capacidad maletero 170/484 l.

Coef. aerodinámico N.D.

Posición motor Delantero, transversal

Alimentación Inyección multipunto

Cilindros 4 en línea (16 válvulas)

Cilindrada 1.398 c.c.

Potencia máxima 87 CV a 6.000 r.p.m.

Par máximo 130 Nm a 4.000 r.p.m.

Velocidad máxima 176 km/h

Aceleración 0-100 12,5 seg.

Consumo medio 5,1 l./100 kms

Emisiones CO2 119 g/km

Impuesto de Matriculación Exento

Dirección Cremallera. Asistida

Diámetro de giro 10,1 m

Frenos Discos ventilados (DEL.)

Discos (TRAS.)

Suspensión delantera Tipo McPherson con resorte

helicoidal

Suspensión trasera Rueda tirada con elemento

torsional y resorte helicoidal

Tracción Delantera

Neumáticos 195/55 R 16

Transmisión Manual de cinco velocidades

Equipamiento de serie ABS con EBD, sistema de control

de estabilidad, airbag frontales,

laterales y de cortina, asistente

de arranque en cuesta, señal

acústica de obstáculos, sensores

de luces y limpiaparabrisas

Precio 14.010 euros (Jam)

14.830 euros (Glam)

15.600 euros (Slam)

RESTO DE GAMA

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Versión Cilindrada Potencia PVP

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Adam 1.2 Jam 1.229 c.c. 70 CV 13.650

Adam 1.2 Glam 1.229 c.c. 70 CV 14.470

Adam 1.2 Slam 1.229 c.c. 70 CV 15.240

Adam 1.4 Jam 1.398 c.c. 100 CV 14.725

Adam 1.4 Glam 1.398 c.c. 100 CV 15.550

Adam 1.4 Slam 1.398 c.c. 100 CV 16.315

COMPETENCIA DIRECTA

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Modelo Cilindrada Potencia PVP

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Chevrolet Spark 1.2 1.206 c.c 81 CV 9.790

Citroen C1 1.0 998 c.c. 68 CV 11.220

Fiat 500 0.9 Twin Air 875 c.c. 85 CV 14.350

Ford Ka 1.2 1.242 c.c. 69 CV 9.650

Hyundai i10 1.2 1.248 c.c. 85 CV 12.140

Kia Picanto 1.2 1.248 c.c. 85 CV 10.500

Lancia Ypsilon 0.9 Twin Air 875 c.c. 85 CV 13.650

Peugeot 107 1.0 998 c.c. 68 CV 10.410

Renault Twingo 1.2 1.149 c.c. 75 CV 11.390

Seat Mii 1.0 999 c.c. 75 CV 11.650

Skoda Citigo 1.0 999 c.c. 75 CV 11.400

Toyoyta Aygo 1.0 998 c.c. 68 CV 8.815

VW up! 1.0 999 c.c. 75 CV 12.000

Ángel Alonso

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