Los consumidores chinos no tienen buena imagen de sus automóviles nacionales

‘La imagen de las marcas chinas en China no es muy buena, ya que para los consumidores locales se trata de marcas de acceso al mercado, es decir, las su primer coche’, explicó a Efe Guillaume Saint, director de la división de Automoción de la filial para China de la compañía de estudios de mercado TNS, del grupo británico WPP.

Dentro del que desde 2010 es ya el mayor mercado del mundo -que se espera que supere los 19 millones de ventas en 2012- prácticamente todas las marcas chinas ocupan la gama más baja y barata del sector, lo que se hace inviable para un país con varios fabricantes por provincia, en total casi un centenar.

‘No hay ningún fabricante que sea capaz de atraer una parte particular del mercado, todos están detrás del mismo trozo del pastel (la gama baja), y son demasiados’, señala Saint, quien cree que ‘en cinco años habrá mucho menos fabricantes que ahora mismo en China’.

De hecho, con el brusco enfriamiento del mercado chino, por los efectos en su economía de la crisis internacional, todo parece indicar que muchos de esos fabricantes dejarán de ser rentables y se dará un proceso de ‘limpieza y consolidación’ en el que sobrevivirán las marcas chinas más competitivas y con tecnología más avanzada.

En ese sentido se pronunciaron esta semana casi todos los expertos, académicos, líderes empresariales y asesores gubernamentales que participaron en el décimo Foro Anual sobre el Sector del Automóvil en China, que se acaba de celebrar en la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái (CEIBS).

Este ajuste probablemente será ‘sano’ para el sector, apuntó allí el presidente ejecutivo de FIAT, Sergio Marchionne. Coincidió con él el vicepresidente de Ford y presidente de la compañía para China, Joe Hinrichs, que dijo a la prensa que es un proceso ‘necesario’ porque hará un mercado chino ‘mucho más viable de cara al futuro’.

‘Si miramos lo que pasa en el resto del mundo, en la mayoría de los países se están eliminando marcas, no creando otras nuevas: se requiere mucha inversión para apoyar una marca, ya que no sólo es el producto, sino la red de concesionarios, la publicidad’, señaló, y eso ‘drena’ fondos y personal de manera peligrosa si no funciona.

Los fabricantes chinos, sin embargo, llevados por la competitividad de su mercado y por no perder terreno, tampoco pueden hacer otra cosa que partir de la base que tienen mientras tratan de desarrollar su propia tecnología, incluso en el caso de una de las fabricantes privadas más punteras, Changan, socia en China de Ford.

‘Tenemos que mejorar en calidad y seguridad, pero sin dejar de fabricar nuestros coches de bajo coste para mantener nuestra base de compradores chinos’, reconoció en el foro su vicepresidente, Ma Jun.

A la vez, es interesante cómo al mismo tiempo las marcas chinas empiezan a exportar cada vez con más éxito a mercados como América Latina, Rusia, África o el sudeste asiático, lo que con el tiempo puede ayudar a las que finalmente sí se consoliden en el extranjero a ‘ganar crédito ante su propio mercado interno’, opina Saint.

Con todo, todavía quedan años para que cambie esa percepción, porque, ‘aunque si algunas marcas triunfan en Latinoamérica o en Rusia puede ser un motivo de confianza para los compradores chinos’, en el gigante asiático la gente aún no está al tanto de esos éxitos incipientes.

‘Después de todo, en esos mercados extranjeros sus coches también tienen una imagen de productos de baja gama, y es difícil crear imagen de marca a una firma que es conocida en el exterior por estar en el segmento más bajo, no es muy inspirador’, concluyó Saint. José Álvarez Díaz

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